Instrucciones:
Si tienen prisa, no juegues.
Para jugar se necesita ser al menos dos.
Cada participante piensa un animal para decírselo a la persona que tiene a su lado.
Si esa persona no conoce el animal puede consultar algún manual ilustrado o bien, se dice otro animal que conozca.
Fornidos de lapicera y hoja, escriban, del reverso, el nombre del animal que les fue dado, el año y vuestros nombres, edad y profesión y, sucesivamente, cierren los ojos y piensen en la figura del animal o en la imagen del animal que tienen en la memoria. Una vez focalizada esta imagen, siempre con los ojos cerrados, apoyen la lapicera sobre la hoja y empiecen a trazar las líneas principales de la silueta de aquello que se esta observando con los ojos del pensamiento. Es importante que la lapicera traze solo aquello que ustedes estan viendo al mismo momento en el cual lo ven. No tengan miedo de salirse de la hoja, de perderse en el dibujo o de exagerar y, sobre todo, tómense todo el tiempo necesario recordando que no es una competición.
Cuando esten satisfechos, dejen la lapicera a un lado y abran los ojos. Quedarán sorprendidos de cómo la vuestra mano haya podido expresar al máximo vuestros pensamientos.
Este es un juego que ayuda a liberar a las personas de la autocrítica y, sobretodo a entender que para dibujar no sirve otra cosa que saber observar: una hoja, una lapicera y un poco de tiempo para descubrir un mundo que se escapa come si fuese visto desde la ventanilla de un tren en marcha.
Repitan el juego 4 o 5 veces y descubrirán que a medida que continúen serán cada vez mejores en focalizar aquello que se imaginan.
Que se diviertan!
Materiales necesarios:
Lapicera
Muchas hojas de cualquier tipo
Fantasia